Mi formación y experiencia musicales me ayudan a acompañar y entender el lenguaje de los artistas que confían en mi idioma sinestésico y rítmico a la hora de documentar sus proyectos. Me gusta pensar que soy un músico o intérprete más, pero con un instrumento visual, ya que influye su presentación en cómo el público percibe la personalidad del artista y su mensaje. La imagen participa a su vez de éste, lo moldea y lo amplifica. Es por ello que mi trabajo requiere de sensibilidad y... de mucha empatía.

La búsqueda de la identidad visual de un proyecto requiere de una conexión y comunicación personal con el artista. Para mí es fundamental llegar a un resultado con el que pueda identificarse lo que se va a oír cuando compras un disco, o con el espectáculo que vas a encontrar tras un cartel. Ha de ser siempre un traje a medida para la creación que ha de ser vestida.